A la hora de elegir un micrófono, los parámetros técnicos desempeñan un papel importante para determinar su idoneidad. Un factor clave es el nivel máximo de presión sonora (SPL), que define la capacidad de un micrófono para soportar sonidos fuertes sin distorsión.
¿Qué es SPL?
El nivel de presión sonora (NPS) mide la intensidad del sonido y se expresa en decibeles (dB). A continuación se muestran algunos ejemplos de niveles de sonido como referencia:
- Susurro: 20-40 dB SPL
- Conversación normal: 40-60 dB SPL
- Ruido de tráfico fuerte: 80-100 dB SPL
- Umbral de dolor: 130 dB SPL
¿Qué es el SPL máximo?
El nivel de presión sonora máximo (SPL) es el nivel de sonido más alto que un micrófono puede soportar antes de alcanzar una distorsión armónica total (THD) de 0,5%. Cuanto mayor sea el SPL máximo, mejor podrá el micrófono soportar fuentes de sonido fuertes sin distorsión.
¿Por qué es importante el SPL máximo?
Los distintos micrófonos manejan el SPL de forma diferente:
- Micrófonos dinámicos: a menudo superan los 140 dB SPL, adecuados para fuentes ruidosas como baterías o amplificadores.
- Micrófonos de condensador: normalmente hasta 130 dB SPL, ideales para voces e instrumentos acústicos.
- Micrófonos de cinta: niveles de presión sonora más bajos, adecuados para grabaciones delicadas.
Para fuentes de sonido fuertes, opte por micrófonos con un nivel de presión sonora alto. Para fuentes más silenciosas, un nivel de presión sonora moderado puede ser suficiente.